El barro y el desatino evitan la victoria
El Sámano no pudo pasar del empate ante el Rinconeda en un terreno de juego que impidió la práctica del fútbol. Aunque sigue manteniendo la segunda posición, la parte alta de la tabla se aprieta tras los resultados dados esta jornada.
La lluvia caida durante toda la semana, sumado a que el partido se jugó en un campo donde el Barreda lo había hecho el día anterior, provocó que ambos equipos tuvieran que verse las caras en un barrizal. Pese a ello, unos y otros gozaron de ocasiones.
Sobre todo el Sámano, que pudo irse al descanso con una amplia ventaja. David tuvo en sus botas abrir la lata hasta en tres ocasiones, pero en el día de hoy falló lo que habitualmente suele meter. La primera y más clara fue cumplida la primera media hora de juego. El punta recibió el pase de la muerte de Alijo y cuando ya había tumbado al portero mandó el esférico por encima del larguero.
Apenas diez minutos después el propio David se plantó solo ante el guardameta local tras una buena jugada personal, pero de nuevo erró en la definición. Y en la última jugada del primer periodo, libre de marca y en área pequeña, remató fuera una falta botada por Juan.
No desistió el Sámano tras la salida de vestuarios. Christian recogió un rechazo dentro del área y mandó el balón al poste en lo que fue la última gran ocasión de los 'Lobos'. Y es que a raíz del ecuador del segundo periodo, el equipo fue acusando el cansancio y los locales llevaron peligro a la portería de Toño.
En un encuentro en el que predominó el balón largo, el Rinconeda aprovechaba las segundas jugadas, pero sobre todo a balón parado. Fue precisamente de esa manera como llegó su mejor ocasión, aunque Miguel la mandó por encima del larguero. Salvo una gran intervención de Toño, no se vio mucho más en un encuentro en el que Sámano dio una buena imagen.
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