Vallegón fue una fiesta
Pitó el árbitro el final del partido y Vallegón se convirtió en una fiesta que dificilmente olvidarán jugadores y aficionados. La plantilla al completo saludó a los más de 600 aficioandos que acudieron a ver el encuentro dando una vuelta de honor, con parada especial en la zona donde habitualmente se sitúa el 'Frente Vallegón'.
Allí, unos y otros bailaron, bebieron y cantaron durante más de media hora. Además, como manda la tradición, el mister fue manteado por sus jugadores. Lo que nadie se esperaba fue la sorpresa que organizó el bar la Cierbanata con el Club de Parapente de Castro. Dos especialistas se tiraron en parapente echando humo naranja durante la caída, ante un sorprendido público.
En torno a las 9 de la noche el equipo, que recorrió el pueblo en un camión descapotable, fue recibido en el Salón de Plenos del Ayuntamiento por el alcalde de la ciudad, Iván González. La expedición salió al balcón de la plaza, donde fueron vitoreados por un centenar de personas. Sin duda, un día que quedará para el recuerdo de todos.